Sumercé hoy queremos hablarle un poco sobre la tradición de los años viejos; muñecos de trapo del tamaño de una persona que pueden estar rellenos de cartón, papel, aserrín u otros elementos; y que se queman el 31 de diciembre a media noche simbolizando el cierre de ciclos y el comienzo de un nuevo año, dejando atrás todo lo negativo y con la esperanza de tiempos mejores. Una tradición muy extendida en Colombia que perdura en la cultura decembrina del país, año tras año.
Existen diferentes versiones del origen de esta práctica, la más extendida se remonta a Ecuador; según Odi Gonzales, profesor de estudios latinoamericanos y andinos en la Universidad de Nueva York, la quema de años viejos comenzó en Ecuador, y como muchas tradiciones en América Latina que se conservan hoy, es producto del mestizaje, la mezcla racial y cultural entre los españoles y los pueblos indígenas.
Y es que según diversos historiadores la tradición se establece en Guayaquil en 1842, cuando los españoles y mestizos intentan aplacar la expansión de la fiebre amarilla con la quema de las ropas de los muertos por esta enfermedad, atando la ropa en bultos e incinerándola con la intención de que los fallecidos se purificaran antes de su entrada a la otra vida.
Sin embargo, aún cuando su origen se encuentra en el Ecuador, esta hermosa tradición de renacimiento no ha encontrado inconvenientes para popularizarse en cerca de 12 de los 20 países latinoamericanos, entre estos Chile, Argentina, Perú, Panamá, Cuba, México y por supuesto Colombia; mostrando el gran interés por una cultura de limpieza y renovación del tiempo.
También es importante destacar que esta costumbre que reúne a familiares y vecinos, ha ido evolucionando con el pasar de los años, a través de la creación de diferentes opciones de ritual, con formas creativas, diferentes tamaños y diversidad de materiales; que se adaptan a la forma más intima en la cual cada persona desee vivir esta tradición simbólica.
En supercolombiano nos encantan las tradiciones colombianas que nos motivan a pensar en un futuro positivo, y a dejar atrás todo aquello que no nos brinde felicidad y paz, es por eso que hemos diseñado nuestro propio año viejo simbólico para que puedas vivir esta tradición, expresando tus deseos para un 2023 próspero y exitoso, dejando que el fuego se lleve todo lo que no te haya aportado en este 2022 que termina.
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